Ácido Hialurónico
El ácido hialurónico es un polímero natural, que se encuentra normalmente en nuestro cuerpo en nuestra piel, articulaciones, ojos y tejido conectivo. El ácido hialurónico atrae y retiene el agua en la piel y estimula la producción de colágeno en la piel y tejidos conectivos, siendo clave para mantener su estructura y su volumen.
Con el paso del tiempo el tejido de nuestra piel pierde la capacidad de producir y reponer el ácido hialurónico, disminuyendo su hidratación y perdiendo su volumen, por lo que la piel se vuelve flácida, envejece y aparecen arrugas.
El ácido hialurónico de la piel puede ser restablecido mediante microfillings o infiltraciones a base de ácido hialurónico sintetizado. Este nos permite rellenar y reducir surcos y arrugas, pero además puede devolver a la cara los volúmenes adecuados y modelarla consiguiendo un aspecto más natural y terso. En definitiva, aporta a la boca y el tercio inferior de la cara un aspecto rejuvenecido y mucho más armónico.
Su aplicación brinda hidratación y relleno a los tejidos. Es un material orgánico, reabsorbible, el cual tiene una duración media de 6 a 12 meses, en función de la zona. Es un tratamiento rápido, indoloro y de resultado natural.
¿En qué tratamientos empleamos el ácido hialurónico?
Tiene varias aplicaciones en cara y labios, entre las cuales tenemos:
- Remodelación labial: Perfilado y aumento de volumen.
- Relleno de surcos nasogenianos.
- Relleno de surcos mentonianos (líneas de marioneta).
- Remodelación de mentón y realce de pómulos.
- Restauración del óvalo facial y definición del ángulo mandibular.
- Relleno de cicatrices.
- Relleno de arrugas peribucales y líneas de envejecimiento.
- Reposición de comisuras.
- Bioremodelación e hidratación profunda. Rejuvenecimiento facial.
- Relleno de papilas y aumento de volumen del margen gingival.